Ir al Cine, Aventura de los Domingos

Las bien llamadas por Andy y Jcab historias urbanas fluyen por medio de los recuerdos, hoy quiero contarles acerca de mi feliz niñez, cuando Don Paco me decía por la mañana, después de ir a misa, que chequeara en el periódico del domingo qué matinales había, gracias a que vivíamos en el centro, era muy fácil ir al cine por cincuenta centavos o un Quetzal a ver dos películas, por supuesto que no eran estrenos, pero se gozaba igual.
Algo impensable hoy, desde que tenía seis o siete años, algunas veces me dejaban solo en el cine, únicamente me acompañaban a la taquilla y listo, otras, las menos, iban mis hermanas, entraba a un mundo exclusivo para niños, para ser honestos, muy pocos padres o madres nos acompañaban, te podías sentar en la primera fila y terminar con dolor de cuello y ojos, nadie se enteraba, o bien salirte a media película al baño, normalmente ya las había visto hasta cuatro veces, eso de accionar secadoras eléctricas cuando las había era algo interesante.
Películas como Pinochio, Blanca Nieves, Simbad el Marino, Los 11 Premios de la Academia de Walt Disney (sólo proyectaban 9), 7 Novias Para 7 Hermanos, Batman y Robin, Dumbo, Juntos son Dinamita, La Carcachita Mágica, Winnie the Pooh, El Libro de la Selva, Los Aristogatos, Mary Poppins, Peter Pan, Capulina Speedy González, ¡Auxilio Pegazo!, esa no era película, le pido ayuda a aquél para que me recuerde otras y agregarlas.
Qué decir de la comida, en ese tiempo no había monopolio para su consumo, en el intermedio podías salir a la calle y comprar helados, papalinas, plataninas, chicles, chocolates y dulces. En el interior del cine lo que más se consumía era gaseosas y poporopos, ¡mmmm!, de recordar ya me dieron ganas.
Los cines, empiezo con los ya extintos, Lido, Cali, Palace, América, Capitol (Hoy centro comercial con cines), Tikal, Variedades, Norte, Capri y Reforma (convertidos en templos evangélicos lamentablemente), Moderno, Trébol y Tropical. Los sobrevivientes de esa época dorada, el Sexta Avenida, antes París coloquialmente llamado sexo avenida, por el tipo de películas que proyecta, el Lux, lo partieron en cuatro por su enorme tamaño, el Doral que también subsiste gracias a las películas para adultos, ¿recuerdan otros?, adrede no mencioné los también cerrados Cines plaza y Las Américas, ya que son posteriores a mi niñez, ¡Tash viejo Pirata!
Los tiempos cambian, hoy nos toca llevar a las patojas en mi caso, a esos templos de consumo a ver películas, cada idita cuesta un dineral incluyendo la comida, ya que se compra allí mismo, o la llevás puesta, pero la tentación gana y parás comiendo doble, ¿o no?
Háganme el farolazo de contarme sus experiencias cinematográficas, me encantaría conocer las ocurridas en el interior de nuestra amada república, pero se vale cualquiera, conste.
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