Más de Don Eduardo
Otro texto de El Libro de los Abrazos, mi modesto homenaje para él, trataré de publicar uno por semana al menos.
El aire y el viento
Por los caminos voy, como el burrito de San Fernando, un poquito a pie y un poquito andando.
A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar. Entonces cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.
Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien dijo que el viento cambia de aire.
Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.
A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar. Entonces cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.
Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien dijo que el viento cambia de aire.
Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.
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