Bailar es Soñar con los Pies
Bonitas piernas las del Joaquín...
Bretero, esta la tenés que leer, para que te animés y veás que no todo está perdido.
De su disco "Yo mi me Contigo", una de las canciones de mi top 20 de Sabina diría yo, co-escrita con Ariel Rot, donde nos recuerda que la alegría y el juego deben privar ante todo, el título es "Jugar por Jugar", pero anoté una de las estrofas que me gusta mucho, favor ponerle atención a la parte donde dice "y jugar por jugar, sin tener que morir o matar", ojalá que los Israelitas, los de Hezbolá, los gringos y todos los que matan por vender y probar armas lo aplicaran.
Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.
Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.
Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.
La vida no es un bloc cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.
Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.
La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!
Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.
Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.
Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar de prisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndonos de risa.