Mi querida e inolvidable hermana en la entrada de su casa de Quetzaltenango
Como muchos recordarán, hayan asistido o no, el sábado 23 de noviembre pasado, conincidiendo con el cumpleaños de mi hija Piratita número 2, fue el concierto del Maestro Joaquín Sabina, en un lugar inusitado e inédito para estas actividades, lo sé, con una desorganización digna de un concierto de Chico Ché y la Crisis, lo sé, con unas pantallas gigantes que no proyectaron al genio de Úbeda y su banda, lo sé, con un montón de gente que de los lugares de atrás se pasó por los corredores hacia adelante, incluso tuve un desagradable problema con un muchacho bastante borracho, lo sé, que nos tomó más de cuarenticinco minutos salir del parqueo, lo sé, sin embargo y para agrado de quien esto pergeña, todos esos incidentes quedaron en el olvido, opacados grandemente por una serie de situaciones.
Para que esta historia tenga algún sentido debo contarles algo muy triste, el 21 de octubre falleció mi hermana mientras dormía, al igual que yo ella era fan del artista, de hecho las dos ocasiones en que se presentó con Joan Manuel Serrat en México, fuimos juntos a verlos, ella tuvo además la oportunidad de asistir a otro par de conciertos, uno en Tuxtla Gutiérrez México y otro en el DF me parece, el año pasado viajó a España y presenció el musical "Más de 100 Mentiras" producido por Pancho Varona, todo el evento con música del Maestro. Ella y su esposo, mi hermano y familia y yo con mi pareja y dos de mis hijas, (la mayor estaba de viaje) teníamos compradas nuestras entradas, en los primeros días del duelo, mi cuñado me comentó que en honor a mi difunta hermana asistiría al concierto con un buen amigo, pero no terminaron allí sus buenas intenciones, el mismo día del concierto logró averiguar el Hotel donde se hospedaban los artistas y su staff, que era el Vista Real y gracias a la complicidad de un botones y un mesero, logró hacerle llegar una carta donde, entre otras cosas y con gran sentimiento, le explicaba la situación de haber enviudado y le solicitaba si podría dedicarle "Calle Melancolía" o "Y sin Embargo", ¿Qué creen que sucedió? antes de iniciar la segunda de las mencionadas, palabras más o menos dijo: "Esta canción va como un homenaje póstumo para María de los Ángeles". Me cuesta encontrar palabras para describir la emoción que me causó la mención, recuerdo haber empezado a gritar cuando Mara Barros inició el "Me lo dijeron mil veces" que ya se fusionó con el famoso tema. En pocas palabras, mi cuñado logró sacudirle el piso al artista, recordándole que todos trasncurrimos por la vida con el tiempo limitado, sus sentimientos afloraron, definitivamene.
Otro hecho interesantísimo, en otra parte del concierto Joaquín dijo que era el último de la gira y que al otro día se regresarían a España, por otra coincidencia, mi pareja e hija menor viajarían al otro día, via Iberia haciendo escala en Madrid, así que el domingo llevé a ampliar una foto de mi hermana en la cual señalaba el número de su casa en Quetzaltenango, donde en un par de azulejos dice, " # 7 Calle Melancolía", con la esperanza de que fuera autografiada, nuevamente se logró el objetivo al indicarle en el aeropuerto Doña Pirata que ella era María de los Ángeles, recientemente fallecida, él preguntó el nombre de mi cuñado y le escribió: "Leonel, todos los abrazos para ti" más su firma, además mi hija se tomó un par de fotos y le sacó otro autógrafo.
No soy creyente en lo sobrenatural, sin embargo y a pesar de mi escepticismo, creo que Mariíta, quien por cierto era quien viajaría con mi pareja, influyó mediante algo que solo puedo llamar karma o energía para que estas maravillosas cosas sucedieran.
Del concierto diré que la escogencia de temas fue excepcional, que el sonido estaba lo suficientemente bueno para entender todas las letras, pese a la voz de lija de Joaquín, quien permitió que todos sus compañeros de gira menos Jaime Barceló, el bateriísta, cantaran un tema, que se entregó muchisimo todo el equipo, que diplomáticamente hizo una buena alusión a Ricardo Arjona, aunque es vox pópúli que no le gusta y que yo no quería que esa magia terminara, pero lo bueno si breve dos veces bueno, citando a Baltasar Gracián, así que a seguir admirando al Flaco y en la espera de que en otra ocasión, lo más cercana posible, logremos volverlo a ver.