Para Ellas

Tributo de Amor a la Madre Indígena Por: Jimena

“¿Qué hierbas sostienen tan adentro tu aliento de tinaja y agua dulce?” (Miguel Ángel Asturias) Mujer, mujer entera, campesina, obrera; madre dulce, compañera de tu hombre, sostén del pueblo y de la hoguera, de América Indígena, alfarera. Cuando tu nombre digo, azahares y trigales yo suspiro, porque llevas poesía y madrigales que vas dejando en los campos, matorrales, montañas fincas y caminos. Cuando tus pies descalzos besan la tierra, emocionada te agradece tu perfume, y tu sonríes como niña enamorada orgullosa de tu sangre, tu raza y tus pupilas. Mirar tu vientre es vislumbrar un horizonte lleno de jilgueros, ceibas y quetzales; mirar tus manos es tejer esperanzas y promesas; mirar tus piernas es andar la cordillera, porque tus pies levantan un grito a la montaña. Tu hijo a la espalda, será un varón, varón erguido, varón valiente, ¡trabajador! Por ti, mujer, en el surco ponemos el corazón, para que al crecer madure y fertilice, sea canción, libre canción de riachuelos y quebradas, libre, olorosa a tierra húmeda, a monte verde... Mirar tu frente es conocer la vida, vida de poeta tierno, desacorde a la época y al pensamiento de tu patrón... Tus caites de domingo son presagio de un futuro, futuro de tu hermana, de tu madre, de tu hija, de tu raza. Mañana tú serás la madre entera, la mujer completa, la compañera de siempre, la alfarera. Mañana tú reirás libre en la cascada de la patria, que se mueve hacia ti para besar tu vientre, mañana, del surco y de la loma brotarán los hombres, y serás tú su madre y su esperanza, su razón. Me acerco a ti, madre cariñosa, a darte un ramo de esperanza y de ilusiones. Que mi palabra sea para ti como amapola, que lleve hasta tu frente la frescura, que tú sientas esta fe y esta ternura que me inspira verte tan valiente y tan mujer, en una Patria que tú formas con tu obra y que lloras con tu sudor y con tu sangre... Desde la tierra, para ti, la esencia, desde el cielo, para ti, la estrella, desde el mar para ti, el tesoro máximo... desde mí, la lucha, el afán, la compañía. Un tributo de amor, una corona, un azahar, un beso... mujer, madre cariñosa, mujer entera, de América Latina la alfarera, bendita seas... ¡bendita! Guatemala, mayo, 1,979