Sabina Galeano y Otras Cosillas

15 de marzo de 2006

El Exilio y sus Penalidades. Esto va dedicado especialmente para Quintus, dondequiera que estés manito, un cálido abrazo desde el trópico. Buscando en "El Libro de los Abrazos" de Eduardo Galeano, me encontré esto, se llama "El Crimen Perfecto" y cuenta una de tantas historias de Latinoamericanos exiliados, ¿ A cuantos hermanos les tocó irse por no dejar la vida en estas tierras ?, gracias al hambre y la miseria, al odio, a la intolerancia y a nuestras dictaduras militares, hubieron de marchar a buscar suerte a otros lares, un solidario saludo para todos. En Londres, es así: los radiadores devuelven calor a cambio de las monedas que reciben. Y en pleno invierno estaban unos exiliados latinoamericanos tiritando de frío, sin una sola moneda para poner a funcionar la calefacción de su apartamento.
Tenían los ojos clavados en el radiador, sin parpadear. Parecían devotos ante el tótem, en actitud de adoración; pero eran unos pobres naúfragos meditando la manera de acabar con el Imperio Británico. Si ponían monedas de lata o cartón, el radiador funcionaría, pero el recaudador encontraría, luego, las pruebas de la infamia.
¿Qué hacer?, se preguntaban los exiliados. El frío los hacía temblar como malaria. Y en eso, uno de ellos lanzó un grito salvaje, que sacudió los cimientos de la civilización occidental. Y así nació la moneda de hielo, inventada por un pobre hombre helado.
De inmediato, pusieron manos a la obra. Hicieron moldes de cera, que reproducían las monedas británicas a la perfección; después llenaron de agua los moldes y los metieron en el congelador.
Las monedas de hielo no dejaban huellas, porque las evaporaba el calor.
Y así, aquel apartamento de Londres se convirtió en una playa del mar Caribe.