Sabina Galeano y Otras Cosillas

2 de agosto de 2009

De Calzado Infanto-Juvenil

En aquellos años, finales de los sesenta, cuando inicié mi educación escolar, había situaciones y hechos muy trascendentales, que hoy día ya no precisan serlo mucho, la compra de útiles y otros aditamentos para el buen desarrollo intelectual y deportivo de alguien que quería llegar a ser algo en la vida, como yo.
Deseo referirme hoy, específicamente a la compra de calzado, primero el de diario, o sea zapatos negros de cuero con suela del mismo material; siendo un bicho citadino de la zona 1, hoy llamada pomposamente "Centro Histórico" (centro histérico diría yo), la cantidad de zapaterías a la disposición de los consumidores era muy abundante. Recuerdo que en la 11 calle se encontraba la American Shoes, la Franco Española, la Torrents y algunas otras, en la 7a avenida se podía acudir al Calzado Córdova, zapatería que en palabras de mi padre, vendía lo mejorcito de por esos lares, y en la 6a ni se diga, siendo el centro comercial por excelencia, pues había de todo, zapaterías tales como Adoc, Incatecu, Sandak, Magus, Cobán, etc. En la 5a avenida, una de las más famosas era La Equitativa, donde fabricaban el feísimo calzado ortopédico para quienes padecían de pie plano.
En ese mundo de opciones, tocaba que nuestros padres y madres nos llevaran al solemne acto de calzarnos por un año entero con un par de zapatos que fueran casi mágicos, porque no solo debían ser baratos sino aguantadores a morir, dado que los usábamos para ir a clases, jugar chamusca (fútbol), subir a los columpios, montar en bicicleta y después de todo esto, debíamos lograr que al día siguiente estuvieran brillantes y lustrados para no ganarnos un doloroso castigo disciplinario en nuestros centros de estudio.
Con respecto al calzado deportivo, se acostumbraba en el caso de los varoncitos, comprarnos en la desaparecida zapatería Incatecu unos tenis altos, mala imitación de los en esa época inaccesibles All Star, que bueno, despúes de estrenarse ya mostraban la plantilla casi destruída con el consabido dolor de talones después de recibir educación física, esos si eran casi desechables muchá, a los más privilegiados les compraban en la Adoc zapatos del mismo estilo, esos sí aguantaban el año completo.
Más adelante surgieron algunos nuesvos estilos para variarnos el gusto, los Bala de Incatecu, los Greks de Calzado Cobán, los Bracos de la Adoc, a los cuales ya tuve acceso, en la Sandak vendían unos de marca canadiense, North Star, de los cuales logré sacarle al viejo para un par, no olvido que costaron Q.20, después mi madrecita con una amiga que viajaba a los USA me conseguía zapatos de mejor calidad, para mi fortuna.
Cuéntenme como les iba en la aventura del calzado, alimentando siempre la cantidad de zapaterías no mencioné, siempre agradeciendo sus amables comentarios.

Etiquetas: ,